IVÁN UZCATEGUI, PRESIDENTE FCU:
FCU apoya la paridad del voto Estudiantil
FCU apoya la paridad del voto Estudiantil
"La ley garantizará el voto paritario de las y los estudiantes, las profesoras y profesores, trabajadores y trabajadoras para elegir las autoridades universitarias".
Muchos cambios han sucedido dentro de las universidades luego de las jornadas de luchas de 1918 del movimiento estudiantil de Córdoba en Argentina, muchos países entre ellos Venezuela, adoptaron los postulados reivindicativos de autonomía universitaria relativos al respeto y protección a la libertad de pensamiento surgido de aquel movimiento.
El proyecto de reforma del artículo 109 sobre la autonomía universitaria ha causado un gran revuelo en las elites universitarias; el mismo mantiene los dogmas de la autonomía universitaria pero causa alarma ya que por primera vez se plantea el voto uno a uno docentes, estudiantes y a su vez se incluye a los trabajadores y trabajadoras del recinto universitario.
“La ley garantizará el voto paritario de las y los estudiantes, las profesoras y profesores, trabajadores y trabajadoras para elegir las autoridades universitarias; consagrara el derecho al sufragio a todos los y las docentes que hayan ingresado por concurso de oposición, desde la categorías de instructor o instructora hasta titular y establecerá las normas para que las elecciones universitarias se decidan en una sola vuelta”.
Este artículo resume una lucha histórica librada por el movimiento estudiantil desde hace muchos años donde la política universitaria no era dirigida al sector estudiantil ni a sus trabajadores, si no al beneficio político de sectores que mantenían secuestrado el poder en los recintos universitarios, en los momentos más críticos de discusión para la escogencia de las nuevas autoridades cenáculos del poder eran las que decidían quién lo iba a ejercer y por cuánto tiempo, caso particular la facultad de Derecho donde la elección es sólo un requisito legal, ya que previo acuerdos deciden quién va a hacer el decano sin ni siquiera un candidato en contra. Ahora se abre un debate de direccionalidad que tomará tanto la dirigencia profesoral como la estudiantil, donde se hace necesaria la participación de sus miembros con veracidad de proyecto y causas con esta posición no se quiere decir que se está en total acuerdo con el proyecto de reforma pero si hay que ser honesto en afirmar que el voto de un estudiante de ser aprobada este proyecto de reforma va a valer, es de hacer notar el reconocimiento de los profesores instructores que nunca eran tomados en cuenta hasta que pasaran de escalafón y pudieran votar. En su espíritu es la de asegurar a los miembros de la comunidad, la protección de una ley que garantice el libre albedrío para la búsqueda de la verdad y la libertad de pensamiento en la expresión de las ideas. La llamada “libertad de cátedra” que permite al docente universitario investigar y promover sus ideas, aún cuando estas fuesen contrarias a los paradigmas existentes, queda bajo este artículo, protegida ante cualquier injerencia o poder extrauniversitario. Es ahora misión de nuestra institución que este articulado sea discutido llevado a todos los sectores y llamar a la unidad universitaria para conocer su opinión sin discriminar la posición política y su status universitarios y para finalizar hacemos un llamado al estudiante que defienda su opinión y que participe, por supuesto siempre en defensa de una verdadera autonomía para toda la colectividad que hace vida universitaria.
Muchos cambios han sucedido dentro de las universidades luego de las jornadas de luchas de 1918 del movimiento estudiantil de Córdoba en Argentina, muchos países entre ellos Venezuela, adoptaron los postulados reivindicativos de autonomía universitaria relativos al respeto y protección a la libertad de pensamiento surgido de aquel movimiento.
El proyecto de reforma del artículo 109 sobre la autonomía universitaria ha causado un gran revuelo en las elites universitarias; el mismo mantiene los dogmas de la autonomía universitaria pero causa alarma ya que por primera vez se plantea el voto uno a uno docentes, estudiantes y a su vez se incluye a los trabajadores y trabajadoras del recinto universitario.
“La ley garantizará el voto paritario de las y los estudiantes, las profesoras y profesores, trabajadores y trabajadoras para elegir las autoridades universitarias; consagrara el derecho al sufragio a todos los y las docentes que hayan ingresado por concurso de oposición, desde la categorías de instructor o instructora hasta titular y establecerá las normas para que las elecciones universitarias se decidan en una sola vuelta”.
Este artículo resume una lucha histórica librada por el movimiento estudiantil desde hace muchos años donde la política universitaria no era dirigida al sector estudiantil ni a sus trabajadores, si no al beneficio político de sectores que mantenían secuestrado el poder en los recintos universitarios, en los momentos más críticos de discusión para la escogencia de las nuevas autoridades cenáculos del poder eran las que decidían quién lo iba a ejercer y por cuánto tiempo, caso particular la facultad de Derecho donde la elección es sólo un requisito legal, ya que previo acuerdos deciden quién va a hacer el decano sin ni siquiera un candidato en contra. Ahora se abre un debate de direccionalidad que tomará tanto la dirigencia profesoral como la estudiantil, donde se hace necesaria la participación de sus miembros con veracidad de proyecto y causas con esta posición no se quiere decir que se está en total acuerdo con el proyecto de reforma pero si hay que ser honesto en afirmar que el voto de un estudiante de ser aprobada este proyecto de reforma va a valer, es de hacer notar el reconocimiento de los profesores instructores que nunca eran tomados en cuenta hasta que pasaran de escalafón y pudieran votar. En su espíritu es la de asegurar a los miembros de la comunidad, la protección de una ley que garantice el libre albedrío para la búsqueda de la verdad y la libertad de pensamiento en la expresión de las ideas. La llamada “libertad de cátedra” que permite al docente universitario investigar y promover sus ideas, aún cuando estas fuesen contrarias a los paradigmas existentes, queda bajo este artículo, protegida ante cualquier injerencia o poder extrauniversitario. Es ahora misión de nuestra institución que este articulado sea discutido llevado a todos los sectores y llamar a la unidad universitaria para conocer su opinión sin discriminar la posición política y su status universitarios y para finalizar hacemos un llamado al estudiante que defienda su opinión y que participe, por supuesto siempre en defensa de una verdadera autonomía para toda la colectividad que hace vida universitaria.
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