La felicidad, definitivamente esa parece ser la gran inquietud universal. Todos la aspiran, todos la anhelan, todos recomiendan su busqueda, todos recomiendan su disfrute, todos la reconocen como la maravillosa medicina espiritual del universo mismo. Pero, por una extraña razón no todos la tienen; pareciera como si la gran mayoría estuviera buscandola todo el tiempo... tratando de descifrarla, reconociendola en el resto de los mortales pero extrañandola en ellos mismos!
Todos quieren con ella...
sin embargo, aquí deja de funcionar el axioma de querer es poder... No entiendo! Si es tan sencillo hacerse de la felicidad: ella está en todos nuestros actos cotidianos... en todo aquello que hacemos motivados, en lo que nos gusta, en lo que nos impulsa a seguir viviendo! Si nunca te has planteado la posibilidad de dejar esta vida... eres una persona feliz (aunque no haya fiesta, ni globos, ni risas a cada segundo de tu vida)...
Lo que sucede es que hemos sucumbido a la figura pre fabricada de la felicidad, esa misma que nos vende la tele y el cine... le dejamos a la fantasia el derecho a establecer desde ella misma cuando somos felices y cuando no! Pero nuestra vida no es una fantasia, es realidad; si queremos reconocer la felicidad en nuestras existencias debemos buscarla en la realidad de nuestros actos cotidianos. Todo aquello que no sea tristeza, llamemoslo como corresponde: Felicidad.
Todos quieren con ella...
sin embargo, aquí deja de funcionar el axioma de querer es poder... No entiendo! Si es tan sencillo hacerse de la felicidad: ella está en todos nuestros actos cotidianos... en todo aquello que hacemos motivados, en lo que nos gusta, en lo que nos impulsa a seguir viviendo! Si nunca te has planteado la posibilidad de dejar esta vida... eres una persona feliz (aunque no haya fiesta, ni globos, ni risas a cada segundo de tu vida)...
Lo que sucede es que hemos sucumbido a la figura pre fabricada de la felicidad, esa misma que nos vende la tele y el cine... le dejamos a la fantasia el derecho a establecer desde ella misma cuando somos felices y cuando no! Pero nuestra vida no es una fantasia, es realidad; si queremos reconocer la felicidad en nuestras existencias debemos buscarla en la realidad de nuestros actos cotidianos. Todo aquello que no sea tristeza, llamemoslo como corresponde: Felicidad.
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