miércoles, agosto 02, 2006

Maná (Labios compartidos)



¿Labios Compartidos?... Sin saber cómo, sin quererlo realmente, sin poder hacer nada al respecto; de pronto estás allí, te ves envuelto en esa impredecible y extraña situación en la cual el intenso deseo que producen esos dulces labios, cargados de pasión y que tanto amas, te obliga a aceptar que no han sido, no lo son y no serán, únicamente para tí, que debes practicar la antigua conseja de cuando niños (hijo mío, hay compartir...) y aceptar, sin quejas, sin rollos, sin ponerte intenso o intensa, que esos labios que tantas y tantas emociones te han regalado, a los que tanto amor les tienes reservado y que tanto dolor te producen son sencillamente parte de un intenso juego de vidas compartidas, agonía y dolor. Pero no te irás, ni darás marcha atrás porque amas y amas con adoración, con una desesperante capacidad de entrega; la necesaria para aprender a aceptar los momentos que esos vertigínosos labios tengan la amabilidad de dedicarte a tí...

No hay comentarios.: